MUERTA PERO LIBRE I
MUERTA PERO LIBRE
AUTORETRATO DE UN FEMICIDIO PROGRESIVO
Parte I
Tenía
tanto miedo de abrir los ojos. Estaba allí acostada en esa cama, con él. Mal
decía el hecho de seguir viviendo. Levante la cabeza y de repente la luz me cegó,
sentí un dolor muy fuerte en los ojos. Cubierta de pánico, pensé que había
quedado ciega. Comencé a llorar y gritar, él se asustó. Le dije llorando que me
pasara una pastilla para el dolor. Cubrí mi ojo derecho con papel y cintas como
si fuese un parche. Luego de unos minutos pude paulatinamente ir abriendo los
ojos. Me culpé, por mucho tiempo me culpé. Solo hasta hace unos días, se me
vino el pensamiento de que quizá no tengo culpas, que como toda persona tengo
el derecho de enamorarme. Pero un ojo de la cara, es un ojo de la cara y ya
estoy empezando a perder la vista.
Esa
noche tampoco la pase muy bien, a pesar de que no hubo golpes. Tenía un dolor
muy fuerte en la panza, sentía un vomito espeso queriendo salir, un vomito que
no era físico. En un salto de voluntad arranque de mis muñecas las pulseras que
él me colocó con rezos el día anterior. Agarre el celular y envié un mensaje a “mi
amor” diciendo que nos veríamos al día siguiente, que saldría de ese lugar como
fuese posible, aunque tuviera que abandonar las cosas materiales que tenía en
esa habitación. Mis joyas, mis artesanías, mis libros, mis escritos, mi
guitarra, todo había perdido valor en el momento que preferí estar muerta.
Tuve
una acumulación excesiva de rabia aquella noche. No soy una persona de
rabietas, por eso lo recuerdo con tan minúsculo detalle.
Me
levante de la cama mientras él dormía y en un grito mudo le dije:
-
¡hijo
de puta!
Creo
que me escucho pues se retorció un poco. Me senté en una esquina del cuarto,
mirando hacia la cama, cuidando no ser descubierta. Escuche un poco de música
para distraer la mente, mientras me repetía todo el tiempo a mí misma:
- De
mañana no paso.
Después de una media hora, con
los ojos ya cansados, me dispuse a dormir. El día siguiente sería quizá, el más
importante de mi vida, el día en que sería libre.
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