Hongo de pino

Mis piernas enloquecidas bailaban sin parar 
Las ramas de los árboles corrían a mi alrededor
Haciendome creer que quien se movía era yo
El estado de detiene 
Me encuentro cerca de ellos pero no logro verlos
La fina tela del tiempo me cego
Te llame desesperada y te dije: por favor míralo tú, tu que no puedes sentirlo.

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