Soretes II
Soretes II
Supe que había salido
de Latinoamérica
Cuando el piropo de
los hombres en la calle pasó de ser
“flaca tírame un
hueso”
A “mira, esta buena
la morocha”
Buenos aires me acoge
semejante a un sorete en la vereda
Del que todos se
admiran al verlo
Pero nadie se atreve
a tocarlo.
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